25-años-juntos
La Fundación El Futbolista salió a la cancha hace 25 años. El 8 de julio de 1991, precisamente. Lo hizo con las ideas, los sueños, la voluntad y la solidaridad de sus fundadores, y con la misión inicial de tender puentes para que “el día después” no les planteara tantas dudas a quienes decidían colgar los botines. Así, con premisas simples y firmes, nació la Fundación. Y hoy, tras un largo camino recorrido, los objetivos originales no sólo se mantienen, sino que conviven con otros que se sumaron, porque aquel sueño del que hablábanos creció y se fortaleció como imaginábamos.

 No fue fácil abrirse paso. Sin embargo, en el día a día aprendimos a saber esperar que los frutos cayeran inevitablemente por obra de la insistencia, del trabajo constante y de la colaboración de amigos que fueron apareciendo para ponerse nuestra camiseta. Con paciencia explicamos hacia dónde apuntábamos y tratamos por todos los medios de que el propio futbolista comprendiera que la formación personal, la suma de conocimientos y la dedicación que demanda el fútbol pueden transitar por la misma ruta, que hay tiempo para cada cosa. Siempre encontrábamos una frase dando vueltas: “Lo único que sé hacer es jugar al fútbol”. Y quisimos modificarla, para convertirla en “lo mejor que sé hacer es jugar al fútbol”.
Con el tiempo, el mensaje se amplificó gracias al compromiso de muchos que se lanzaron a la sana aventura de comenzar o completar estudios y que les transmitieron esas experiencias a sus compañeros. Y a la par de las respuestas, también la Fundación redobló esfuerzos y aumentó el abanico de posibilidades. Hoy la propuesta educativa es grande. La aprovechan centenares de futbolistas profesionales o en formación, y en algunos casos puntuales hay sitio para familiares directos. Sin embargo, no nos conformamos. Vamos por más, con el impulso de 25 años durante los cuales gambeteamos escollos, tiramos paredes, defendimos con uñas y dientes nuestras premisas y pasamos al ataque para que la educación y el fútbol vayan de la mano.