Hablar de crecimiento sin mostrar datos o hechos concretos no sirve demasiado. En este caso, la Fundación El Futbolista puede sentir orgullo por su evolución en la tarea que busca brindarle al futbolista cada vez más y mejores herramientas educativas que sirvan para su formación integral durante la carrera deportiva, sin esperar que el retiro instale preguntas complejas en sus vidas y que recién a partir de entonces se procuren las respuestas adecuadas.
En 2018, por estrictas razones de espacio, el habitual acto de entrega de diplomas no pudo llevarse a cabo en las instalaciones de la sede de la avenida Independencia, como en anteriores oportunidades. Tuvimos que “mudarnos” a un sitio cercano, muy amplio y cómodo: el teatro del sindicato de Luz y Fuerza, cuya capacidad se completó con masiva presencia de alumnos, familiares y representantes de entidades amigas que nos acompañan siempre.
Tras la apertura a cargo de Carlos Pandolfi (Presidente de la Fundación) y de José Pablo Burtovoy (Director Ejecutivo), una voz muy futbolera -la de Marcelo Araujo, a quien agradecemos la gentileza de aceptar desinteresadamente nuestra invitación- se encargó de conducir la ceremonia. Durante más de dos horas, los jóvenes de ambos sexos que en el año afrontaron variados desafíos educativos subieron al escenario y recibieron sus certificados. Se entregaron en total 375 diplomas (otro número que refleja el avance antes mencionado) y en esta oportunidad hubo un reconocimiento y un homenaje particularmente emotivos. En primer lugar, los distinguidos fueron Sebastián Saja, Ángel Vildozo, Juan Pablo Peralta, Néstor Fabbri y Pablo Lugüercio, quienes completaron distintos estudios a través de la Fundación y siempre mostraron predisposición para colaborar con la entidad, especialmente en la difusión de las actividades. En 2019, las cinco aulas de la sede llevarán sus nombres, mientras que algo similar ocurrirá con la biblioteca, cuya denominación homenajeará a un hombre que estaba seguro de que la pelota y los libros podían y debían jugar en el mismo equipo, y que luchó por ello: Juan Carlos Touriño, ex presidente y vicepresidente de la Fundación, quien falleció en marzo de 2017. Sus hijos recibieron un presente de manos de Carlos Pandolfi y un cálido aplauso testimonió el afecto y el respeto que sembró el querido Juan Carlos.
Videos de las distintas actividades, participación activa de profesores y alumnos, una muestra de fotografía y un final musical a cargo del futbolista José Barreal redondearon una jornada perfecta en Luz y Fuerza, que tuvo justo esa combinación ideal: mucha luz… y toda la fuerza.