El primer cuatrimestre de 2017 arrojó un saldo claramente positivo: 111 diplomas entregados, que nos obligan a redoblar la apuesta

Al menos en su estructura, los cierres de cada cuatrimestre pueden tener un esquema parecido, por el hecho formal de la entrega de diplomas (esta vez, un número significativo: 111) y por la exhibición de trabajos realizados por los alumnos. Sin embargo, en la Fundación El Futbolista creemos que la cuestión va mucho más allá de un acto protocolar, que cumple con un requisito y allí se acaba. Lo sentimos de otro modo, sencillamente porque estamos seguros de que detrás de cada muchacho que decide iniciar o reanudar estudios y que se esfuerza para acercarse o para llegar a los objetivos personales que persigue, hay una rica historia de vida y hay también dedicación, pasión por lo que se hace y una sana ambición por crecer. Entonces, en la mención de quienes, a través de nuestra propuesta educativa, completaron el secundario, aprendieron idiomas, fotografía y computación en los distintos cursos o participaron de los talleres que ofrecemos durante el año, va una carga emotiva que compartimos desde otro plano.
En nuestro caso, la clásica foto de los futbolistas (y de familiares que se suman en algunas actividades) levantando orgullosamente sus diplomas, nos provoca una enorme satisfacción y, paralelamente, renueva el desafío de cara al siguiente cuatrimestre. La intención de todo el equipo de la Fundación es simple: queremos ayudar a que cada proyecto educativo arranque y se desarrolle sobre bases firmes. Para eso trabajamos con el mismo amor de siempre.